Desde hace dos años y medio vengo trabajando con la idea del meandro como metáfora acuífera de la vida y el destino. Desde esa perspectiva heraclíteana que tanto me ha interesado en el desarrollo de mi pintura a lo largo de estos años, el meandro encierra a veces las dificultades del pensamiento, la verdad entre las dos orillas.
Las curvas vacilantes formadas por la corriente fluvial al final siempre encuentran la via mas natural para abrirse hasta el mar.
De camino hacia el estudio que tengo a orillas de la Ria de Villaviciosa hay una imagen que me ha obsesionado durante mucho tiempo. Me gusta detenerme en el puente que hay en la carretera hacia Rodiles en el que un meandro marca el ciclo vital de las mareas,también las horas ,pero sobre todo me llama poderosamente la atención su fuerte presencia plástica.
Cuando me encontraba trabajando en esta serie de meandros pictóricos surgieron ,como intuidas, las fuertes inundaciones en el concejo de Villaviciosa.
Las fuertes riadas anegaron toda la villa, el agua se había apoderado de lo que un día era suyo. Surgía una reflexión sobre lo que es ir en contra de la naturaleza, avasallarla, intentar someterla y no respetar el libre discurrir de los cauces.
Como pretexto los meandros y el mar estan siendo la idea de mi nueva linea de trabajo que será expuesto en la Galeria Gema LLamazares el próximo 31 de marzo de 2011
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